Add parallel Print Page Options

35 Luego David aceptó todo lo que ella le había traído y le dijo:

— Puedes volver tranquila a tu casa. Ya ves que he escuchado tus palabras y he atendido a tu petición.

36 Cuando Abigail llegó adonde estaba Nabal, este estaba celebrando un banquete digno de un rey. Como estaba muy contento y completamente borracho, ella no le comentó nada hasta el amanecer. 37 A la mañana siguiente, cuando a Nabal se le había pasado la borrachera, su esposa le contó todo lo sucedido. Entonces le falló el corazón y se quedó de piedra.

Read full chapter